Si ya te has pateado los Pirineos, si conoces los Picos De Europa como la palma de tu mano, si en la Península ya no te quedan retos, es hora de abrirse a nuevos horizontes: ¿Te atreves con esta ruta por la Cordillera del Atlas?
Un poco de contexto sobre la Cordillera del Atlas
Hace unos 65 millones de años, en el Cenozoico, las placas geológicas Euroasiática y Africana colisionaron y de esa enorme fuerza de compresión, una larga franja de terreno del norte de África comenzó a elevarse, paralela al Mediterráneo, con dirección OSO – ENE y en terrenos de Marruecos, Argelia y Túnez.
2400 kilómetros de longitud y cimas que superan los 4.000 metros de altitud surgieron desde el fondo del océano y formaron una extensa barrera frente a las nubes cargadas de agua, dando lugar al sur al desierto de Sahara.
En el Atlas se distinguen varios grandes macizos: al norte, el Atlas marroquí, con el Atlas Medio, de cumbres de hasta 3.340 m (Jbel Bou Naceur).
En el espinazo central, el Alto Atlas, con cimas de más de 4.000 metros de altitud, de las que ascenderemos el Ras Ouanoukrim (4083 m.), el Timesguida (4.089 m) y, por fin, el Toubkal (4.167 m), máxima altitud del macizo.
Algo más al sur y solo en terreno marroquí, encontramos el Ante-Atlas, de unos 500 kilómetros de longitud y un techo de 3.304 metros en una cima de origen volcánico, lindando con el desierto.
Al sur de estas tres cordilleras, y más al Este, en territorios de Argelia y Túnez encontramos el Atlas sahariano, con alturas que superan los 2.200 m de altitud, formando el límite norte del desierto.
Otro macizo de esta gran cadena montañosa es el Atlas Tell, cercano a la costa del Mediterráneo y con más de 1500 kilómetros de longitud, que se une con el sahariano en Túnez y al Este de Argelia.
Éste forma un vergel húmedo que llega hasta los 2.308 metros del Lalla Khadidja, y es que, junto al ya citado Atlas Medio, recibe mucha más lluvia que el resto.
Para acabar la descripción, los Montes Aurés forman el extremo oriental de la cordillera del Atlas, finalizando en Túnez.
Ruta por la Cordillera del Atlas: comienza la aventura
Nuestra ruta se centra en el Alto Atlas.
Desde 2018, para emprender la ascensión a sus cimas, algunas de más de 4.000 metros, se exige contar con un guía autorizado.
Desde otros países o continentes, el punto de acceso a esta zona suele ser el aeropuerto de Marrakech, urbe de más de millón y medio de habitantes, antigua capital del imperio almorávide y almohade y sede del mayor mercado o zoco tradicional de Marruecos.
Desde ella salimos por carretera hacia el sur, a la localidad de Imlil.
Situada unos 60 kilómetros y a hora y media de Marrakech, esta pintoresca localidad, a unos 1.700 metros de altitud, es el punto de partida para acercarnos a algunas de las más altas cimas del Atlas, dentro del Parque Nacional del Toubkal, fundado en 1942.
La opción más habitual es ascender y descender por el valle del Oued Rheraya, pasando por el pequeño poblado de Sidi Chamharouch, lugar de peregrinación por su morabito.
Por esa ruta, en unas 5 horas y media puede llegarse hasta los refugios de la base del Toubkal.
Etapa 1: desde Imlil al refugio de Tazarhart (15 km.)
Pero una alternativa algo más dura, solitaria y apetecible, que sugirió nuestro guía, Lur Uribarren, fue la de ascender desde Imlil al collado de Tizi n’Mzic (2.480 m), al Oeste, para continuar en dirección Sur por las laderas del valle adyacente del Assif n’Ouissadene, hasta llegar al pequeño refugio de Tazarhart, o Tazaghart (3.000 m), también conocido como Lepiney, en el que pernoctar.
Esta etapa supone recorrer casi 15 kilómetros en unas 7 horas, con 1.410 metros de ascenso y 330 m. de descenso, incluyendo paradas varias para disfrutar del paisaje, comer y beber, así como manteniendo un ritmo lento para facilitar la progresiva adaptación a la altitud.
Ruta por la Cordillera del Atlas Etapa 2: Refugio Tazarhart – refugio base Toubkal (10 km.)
El segundo día la etapa consiste en volver a cambiar de valle, en esta ocasión, hacía el Este, para enlazar el Refugio Tazarhart con alguno de los refugios de la base del Toubkal (3.207 m).
Ascendemos para ello un collado a 3.540 metros de altitud y dedicamos 5 horas y media para recorrer casi 10 km, con 725 m. de ascenso y 565 m de descenso.
De esta forma tardamos dos días en hacer lo que por la ruta tradicional se hace en una sola jornada, pero así damos más tiempo a nuestro organismo para adaptarse a las altitudes que tratamos de ascender.
Los caminos están bien trazados, suavizados mediante innumerables “zetas” cuando la pendiente lo aconseja, pero caminamos sobre terrenos sedimentarios, muy rotos, en forma de canchales y, sobre todo en los descensos, es preciso controlar los apoyos, porque es frecuente resbalar sobre las piedras sueltas.
El ascenso a las tres cimas citadas requiere dos días. En función de la meteorología prevista, decidiremos qué día dedicar al intento de la cumbre más “apetecible”: la del Jbel Toubkal.
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Etapa 3: Refugio Toubkal – Ras – Timesguida – Refugio Toubkal (9,7 km.)
Si no hay riesgo de mal tiempo, lo aconsejable es probar primero con la ascensión del Ras Ouanoukrim y el Timesguida, ambas muy cercanas entre sí, y eso hicimos el tercer día.
Desde el Refugio Toubkal comenzamos bien de mañana una ruta en dirección Sur, hacia el collado Tizi n’Ougane (3.750 m).
Justo a la derecha del mismo encontramos una roca bajo la que cobijarnos, comer y beber para afrontar a continuación una arista por la que debemos trepar un corto tramo, algo aéreo para algunas personas, en dirección Oeste.
En poco más de tres horas llegamos desde el refugio a la cónica cima del Ras (4.083 m).
Volver a descender de ella con algún apoyo de las manos y en dirección Sur nos conduce por una loma suave y en poco más de 20 minutos hasta la amplia cumbre del Timesguida (4.089 m).
De ella volveremos siguiendo la pendiente más favorable, en dirección NE, a la zona de trepada que habíamos ascendido poco antes, llegando al collado Tizi n’Ougane para volver al Refugio Toubkal por la ruta que habíamos hecho casi de noche.
El tiempo empleado en ese recorrido de 9,7 km de desarrollo es de unas 7 horas, con 920 m de ascenso y descenso.
Volveré a recordar que los ritmos escogidos son suaves, para facilitar la adaptación de nuestro organismo a la altitud.
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Ruta por la Cordillera del Atlas Etapa 4: Refugio Toubkal – Jbel Toubkal – Imlil (19 km.)
El cuarto día, bastante antes del amanecer, iniciamos el ascenso a los 4.167 metros del Jbel Toubkal, techo de la cordillera del Atlas.
Varias hileras de luces nos precedían en la ladera, y otras seguían nuestros pasos, porque es una cima frecuentada.
La subida traza varias largas diagonales en la empinada falda del monte hasta los 3.500 metros, en que la pendiente se suaviza y el camino se hace más directo, con la cima Oeste del Toubkal a nuestra derecha.
En algo menos de dos horas y media, ya sin necesitar las frontales, llegamos a Tizi n’Toubkal (3.980 m), collado desde que vemos la cima con claridad.
Nos queda menos de 1 hora para llegar arriba, disfrutar de las vistas del amanecer desde ella, sacar las fotos de rigor, comer algo y beber en medio de un paisaje duro y árido, con importantes extensiones de roca descompuesta en todas las direcciones.
Empleamos unas 3 horas, a ritmo cómodo, para ascender los 3,7 kilómetros de pendiente hasta la cumbre, y algunos minutos menos en descender, con precaución, de la misma.
Pero en el refugio no acababa la etapa de ese 4º día.
Tras comer y recoger el equipaje, partimos hacia el Norte descendiendo por el valle del Oued Rheraya hasta llegar a Imlil esa tarde, 3 horas y media después, completando una dura jornada de unas 9 horas y media de caminata para cubrir casi 19 km, con 1.355 m de ascenso y 2.681 m de descenso.
Si el programa de viaje lo permite, quedarse una noche más en alguno de los refugios y ver cómo el sol ilumina las cimas al atardecer puede hacer más llevadera la excursión.
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Ruta por la Cordillera del Atlas: consejos finales
Además del preceptivo guía de montaña titulado, es aconsejable contar con los servicios de muleros y cocineros locales.
Nos aliviarán el esfuerzo al portear la parte del material no necesaria hasta enfrentarnos a las cimas, y harán mucho más placentera la alimentación e hidratación, permitiéndonos saborear la gastronomía local en lugares escogidos.
Es preciso señalar que el recorrido descrito fue realizado en verano, sin neveros, lo que debe ser tenido en cuenta a la hora de calcular tiempos y dificultades de paso si lo hacemos en otras estaciones.
La zona y sus gentes, bereberes o amazigh, como prefieren denominarse, merecen el esfuerzo.
Ahora que ya conoces la Ruta por la Cordillera del Atlas: El Toubkal y otros “cuatromiles”, puede que estés ya buscando material para realizarla…
Soy Kepa Lizarraga Sainz, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Diplomado en “Médicine et Biologíe des environnements extrêmes” por la Universidad de Burdeos.
He trabajado con deportistas de todos los niveles competitivos. Desde aficionado hasta élite mundial, y de especialidades tan diversas como el atletismo, el remo, piragüismo, ciclismo, triatlón, esquí en todas sus modalidades y, sobre todo, montañismo, que también practico.
Sobre el terreno, he sido médico de varias expediciones a las más altas cimas, cono el Everest y el K2, de largas travesías de montaña, como la Transpirenáica y de pruebas como el Campeonato del Mundo de Cross, de 1992, o la Universiada de invierno, en 1995, de Campeonatos del Mundo de Baloncesto femenino junior, de Cesta Punta o de Sokatira, de Campeonatos estatales de varios deportes, o médico de la Selección Española de Ciclismo femenino, por citar algunas pruebas.
He publicado varios libros sobre la Medicina aplicada a esos deportes, presentado comunicaciones científicas en Congresos internacionales y publicado más de 400 artículos de divulgación sobre Medicina del Deporte.
Actualmente colaboro, junto con mi hijo, Mikel Lizarraga Elejaga, en el Blog de montaña de Forum Sport.
Muy interesante. Muchas gracias