Toda una aventura. Son muchos kilómetros por paisajes cambiantes en los que puede hacer un sol de justicia un rato y llover a mares el siguiente. Por esto es importante llevar el mejor material para hacer el Camino de Santiago. Para ayudarte, te contamos cómo elegirlo y las mejores opciones de calzado, prendas de vestir y mochila. ¡Toma nota!
Desde hace más de 1200 años, la religiosidad, introversión o el reto deportivo hacen que los caminos que llevan a Santiago sean transitados, cada temporada, por numerosas personas de toda edad, condición, género y procedencia.
Cada una con sus motivaciones, todas se enfrentarán a las dificultades que un terreno quebrado y una climatología cambiante les presentarán, obligándolas a cargar la mochila de recursos para poder completar su Camino.
Partiendo de la base de que cada uno de los posibles recorridos hasta Santiago tiene sus particularidades, en cuanto a trazado, firme, clima y otros aspectos, así como que cada estación del año hace que todo cambie, vamos a analizar algunos detalles sobre el calzado, el vestuario y la mochila que nos parecen adecuados para afrontar ese proyecto de viaje.
1. Material para hacer el Camino de Santiago: el calzado
Si analizamos las lesiones que con más frecuencia sufren quienes hacen la peregrinación a Santiago veremos que son las ampollas y rozaduras quienes más les amargan el Camino, así que debemos poner mucha atención al escoger el calzado.
En recorridos de este tipo somos partidarios de llevar uno para andar, y otro para la ducha y para el paseo posterior al final de la etapa.
Calzado para andar
Puesto que de andar se trata, debemos mimar los pies que, mientras los kilómetros van pasando, serán expuestos a innumerables cargas, impactos y roces.
Los terrenos por los que transitan las rutas del Camino son tremendamente variados: desde el asfalto y hormigón de carreteras y calles, hasta el “todouno” de las pistas parcelarias o la tierra de los caminos.
Ante tal variedad de material para hacer el Camino de Santiago, debemos buscar el calzado más versátil que podamos encontrar.
En general, no aconsejamos utilizar botas de caña alta, excepto que hayamos sufrido esguinces frecuentes de tobillo.
Por lo tanto, preferimos una zapatilla baja de montaña o bota media, para facilitar el movimiento natural del tobillo y aligerar el peso en los pies.
Un buen ejemplo de este calzado sería el modelo The North Face VECTIV FASTPACK FUTURELIGHT.
Como el camino será irregular, es aconsejable que la suela tenga una palmilla media:
- Ni dura, que se adaptaría mal al terreno, favoreciendo la aparición de rozaduras.
- Ni muy blanda, que estabilizaría poco el pie y transmitiría a su planta cada piedra que pisemos.
Es el caso de las Salomon X ULTRA PIONEER GORE-TEX.
Que esté dotada o no de una membrana transpirable dependerá de la estación del año, o de que mi camino circule por regiones de alta pluviosidad.
En temporadas calurosas se agradece el calzado que permite cierta ventilación de los pies.
Andar con peso y por terrenos en ocasiones duros hará que cada paso sea un golpe considerable sobre nuestras articulaciones.
A un ritmo medio, en cada zancada nuestro organismo sufre un impacto equivalente a 1,30 veces su peso, aproximadamente. Para que lo veamos de forma más clara, esto quiere decir que los pies de una persona de 75 kilos con una mochila de 8 en su espalda recibirán en cada apoyo una presión equivalente a unos 108 kilos.
Eso concede una gran importancia a la capacidad amortiguadora de la suela, mediasuela y de la plantilla.
En caso de que el calzado esté un tanto usado, aunque en buen estado, somos partidarios de sustituir su plantilla por otra nueva, del mismo modelo, o por una con mayor capacidad de amortiguación.
En tal caso, es FUNDAMENTAL probar que nos va bien antes de empezar El Camino.
Por supuesto, otro aspecto importante del material para hacer el Camino de Santiago es su peso. En todos los casos, y también en el del calzado.
A modo de ejemplo, completar El Camino Francés nos obligará a dar 1.100.000 pasos, aproximadamente, y es bien sabido que aligerar peso en los pies reduce sustancialmente el gasto energético de cada zancada.
Por ello, de entre los calzados que se nos antojen adecuados para el viaje, preferiremos los más ligeros, puesto que en tantísimos pasos ahorraremos mucha energía reduciendo ese peso.
¿Priorizas la ligereza? Te recomendamos las Merrell Moab Speed 2 GTX.
¡Pero ojo! ¡Sin renunciar a la protección!
Calzado para la ducha y para el paseo posterior al final de la etapa
Acabada la etapa, los pies necesitan liberarse de la “opresión” del calzado cerrado.
Para todas esas horas en las que disfrutaremos del fin de la etapa proponemos llevar unas sandalias, pero que sujeten bien el pie en su sitio.
Te recomendamos las Salomon Techamphibian 5…
…o el zueco Hurricane…
Además, es necesario que puedan mojarse porque nos acompañarán a la ducha para prevenir el riesgo de contagio, y en cualquier oportunidad de remojar los pies en algún fresco riachuelo del camino. 
2. Material para hacer el Camino de Santiago: el vestuario
Después de terminar con el calzado, nos metemos de lleno con las prendas para escoger el mejor material para hacer el Camino de Santiago. Porque si en algo influye la estación del año en que vamos a recorrer El Camino es en el vestuario adecuado.
En este caso vamos a analizarlo pensando en que se trata de la primavera o el verano.
PRIMERA CAPA del material para hacer el Camino de Santiago
Para la primera capa proponemos dos camisetas técnicas que iremos alternando en la fase de andar;
- Una de manga larga.
- Y otra corta.
Preferiblemente de colores claros, si el viaje es en verano.
Una camiseta de manga larga que te irá muy bien es el modelo Pinsent de Ternua:
Siguiendo con Ternua, te proponemos también la camiseta BETTS de manga corta:
Añadiremos otra camiseta, o una camisa holgada, para los descansos entre etapas.
Si es de manga larga y tejido con protección solar, nos permitirá cuidar la piel sin necesidad de cremas. Y en caso de hacer calor, siempre podremos remangarnos.
En cuanto a ropa interior …
- Un par de bragas o de calzoncillos, o prendas similares diseñadas para el running, nos permitirán ir alternándolas con tiempo para que se sequen entre lavados.
- En cuanto al sujetador, del que podemos llevar un par, recomendamos los modelos deportivos, de tirantes cruzados que no coincidan con la presión de los de la mochila, y que carezcan de hebillas o similares, susceptibles de comprimir o rozarnos la piel.
Echa un vistazo a estos sujetadores deportivos:
Algunos diseños cuentan con zonas especialmente perforadas y aireadas bajo los pechos, favoreciendo la ventilación y evaporación del sudor que, de otra manera, pudiera humedecer y dañar la zona.
- Dos o tres pares de calcetines, adaptándonos a la sudoración habitual de nuestros pies.
Es fundamental que usemos modelos que ya hemos probado previamente, en retos más cortos, y sepamos que nos van bien.
En el caso de los calcetines, y también en el resto de prendas de esta primera capa, es importante que nos fijemos en varios detalles, como que carezcan de costuras, estas sean planas, o de relieve mínimo.
De lo contrario, su efecto de fricción unido a la sudoración y horas de actividad favorecerán la formación de molestas ampollas o rozaduras.
También conviene comprobar que la goma elástica de los calcetines no resulta especialmente opresiva, porque en días de calor favorecería la aparición de edemas en los pies y tobillos.
Y todas las prendas que usemos como material para hacer el Camino de Santiago deberán ser de secado rápido, lo que nos permitirá mudarnos a diario, pauta de higiene que agradecerá nuestra piel.
En este sentido, una buena opción puede ser los calcetines Lorpen T3MME T3 MEN MIDWEIGHT HIKER ECO.
También puedes encontrar de caña más alta:
SEGUNDA CAPA del material para hacer el Camino de Santiago
Para la segunda capa proponemos un forro polar de gramaje ligero para el tronco. El modelo Polartec Power Grid Bolt de The North Face ha sido fabricado con un gran nivel de absorción y transpirabilidad, sin pasar calor de más ni sudar por dentro.
Respecto al abdomen y extremidades inferiores proponemos llevar dos pares de pantalones o un pantalón y una falda pantalón.
Podemos escoger entre uno corto y otro largo, o incluir alguno de perneras removibles, que son más versátiles. Eso sí: a condición de que su cremallera o costuras no nos rocen en los muslos, especialmente en su cara interior.
El pantalón Ternua BIGGAR te garantiza una excelente transpiración, secado rápido y resistencia al viento y al agua.
Y para montañeras, el modelo Trango MORETA que brinda protección contra los rayos solares UV 30+, entre otras características.
TERCERA CAPA del material para hacer el Camino de Santiago
Como tercera capa, si el viaje tiene lugar en los meses más cálidos del año, creemos que será suficiente contar con un impermeable cortavientos, de poco volumen y peso.
En Forum Sport puedes encontrar muchas prendas de este tipo, pero, para ayudarte un poco, una buena alternativa sería The North Face CIRCADIAN 2.5L: su tecnología de 2,5 capas DryVent evita que el agua o el viento penetren a través de las costuras.
La Ternua ARKO está confeccionada con Shelltech Active Flex. Tejido impermeable (columna de agua de 20.000 mm), transpirable y resistente. Diseñada con tejido semi-elástico que ofrece una gran libertad de movimiento
Podemos añadir también la chaqueta The North Face DRYZZLE FUTURELIGHT:
La alternativa a valorar según la expectativa de lluvias es:
- Llevar una capelina que nos proteja junto a nuestra carga.
- Añadir al cortavientos una funda impermeable para la mochila.
En caso de lluvia con temperaturas templadas o altas, preferimos la opción de la capelina, que suele permitir mejor aireación que el chubasquero, con el que corremos el riesgo de humedecernos por la sudoración.
También puede ser aconsejable añadir un pañuelo amplio y suave, que puede llevarse en la cabeza, al modo corsario, en la frente, para absorber el sudor, o anudado al cuello.
Para rematar el vestuario es fundamental pensar en la CABEZA.
En esos aspectos recomendamos el uso de un gorro o sombrero de ala amplia, que además de protegernos la cara, impedirá que el sol y la lluvia afecten al cuello, las orejas y la nuca.
¿Quieres que te aconsejemos? Aquí tienes un par de buenas alternativas:
El gorro de montaña Columbia Bora Bora Booney
Y si prefieres un modelo distinto, tipo gorra visera, nuestra recomendación es The North Face DEEP FIT MUDDER TRUCKER.
3. Material para hacer el Camino de Santiago: la mochila
Y para escoger el mejor material para hacer el Camino de Santiago no debemos olvidarnos de la mochila. Posiblemente sea, tras el calzado, la segunda elección más importante para realizar la ruta sin demasiado sufrimiento.
En función del grado de autonomía que deseemos tener, deberemos llevar más o menos cosas:
- Si lo que necesitamos excede nuestra capacidad física, habrá que pensar en descargar peso de la mochila y “cargar” la tarjeta de crédito.
- Siempre podremos contratar que nos lleven parte del equipaje de una etapa a otra, o dejar depósitos de material enviados previamente a establecimientos de la ruta en que pensemos alojarnos.
Debemos tener en cuenta:
Peso
Es habitual que se aconseje NO llevar a cuestas más del 10% de nuestro propio peso, aunque el límite puede llegar hasta un 15%. Para hacernos una idea y verlo en cifras concretas, en el caso de una persona de 70 kilos, hablaríamos de 7 kilos, como deseable, y 10,5 kg como máximo.
El tamaño sí importa
A la hora de escoger en qué mochila cargar el peso, debemos pensar que, en caso de duda, es mejor una mochila amplia, cuyo tamaño siempre podremos reducir mediante las cintas de compresión, que llevar una pequeña con cosas colgando en el exterior.
Si disponemos en casa todo el equipaje previsto, podremos acertar con el tamaño más adecuado en nuestro caso. Pero es habitual que sean mochilas de unos 50 a 60 litros de capacidad, si queremos hacer el viaje con autonomía. Aunque, si recurrimos a la ayuda de furgonetas o Correos, podemos reducir ese volumen.
Y como nos gusta darte alguna que otra opción, te recomendamos la mochila de 50 litros Altus Pirineos: perfecta para rutas de varios días, viene equipado con un sistema de regulación de altura para la espalda. La ventilación está también asegurada.
Tirantes, banda de cintura y espaldera
El siguiente aspecto será comprobar que la mochila tenga unos tirantes acolchados y una buena banda de cintura.
De hecho, recomendaremos que la mayor parte del peso porteado descargue en las caderas gracias a esa banda, por lo que conviene probarnos la mochila como si de una prenda de vestir se tratara.
“Para gustos están los colores”, suele decirse, y según el nuestro deberemos escoger el tipo de espaldera.
- Si es de las que quedan muy pegadas, aunque tenga canales y tejidos que favorezcan la ventilación, nos hará sudar más en la espalda que si el modelo es de los que deja algo de separación entre mochila y cuerpo.
- A cambio, con las mochilas que quedan muy pegadas, al quedar el centro de gravedad más cercano, obtendremos ventajas mecánicas en forma de un menor gasto de energía al andar.
Como siempre, debemos recordar que hay mochilas especialmente diseñadas para mujeres, y que las diferencias se notan de verdad, especialmente en una larga ruta, como la del Camino de Santiago.
¿Quieres alguna recomendación? The North Face TRAIL LITE 65 es una muy buena opción. Incluye un sistema de compresión en la parte inferior donde podrás guardar objetos grandes, como una tienda de campaña o una esterilla.
Las cosas al alcance de la mano
Un detalle importante: dado que escribimos sobre un viaje durante los meses cálidos del año, debemos comprobar que la mochila tiene ubicación accesible para la bebida del camino. Bien por contar con bolsillos accesibles o por dar salida a un tubo para nuestra bolsa de hidratación.
Tras una buena elección recuerda que es fundamental cargar la mochila de forma correcta.
Y finalmente, llegará el momento de ponerla en nuestra espalda y adaptarla de forma que su carga nos resulte lo más leve posible, porque nos acompañará durante muchos, muchos kilómetros.
Ahora que ya sabes cómo escoger el material para hacer el Camino de Santiago… ¡te deseamos Buen Camino!
Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte y Mikel Lizarraga, Analista físico-químico. Ambos colaboradores de Forum Sport.
Soy Kepa Lizarraga Sainz, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Diplomado en “Médicine et Biologíe des environnements extrêmes” por la Universidad de Burdeos.
He trabajado con deportistas de todos los niveles competitivos. Desde aficionado hasta élite mundial, y de especialidades tan diversas como el atletismo, el remo, piragüismo, ciclismo, triatlón, esquí en todas sus modalidades y, sobre todo, montañismo, que también practico.
Sobre el terreno, he sido médico de varias expediciones a las más altas cimas, cono el Everest y el K2, de largas travesías de montaña, como la Transpirenáica y de pruebas como el Campeonato del Mundo de Cross, de 1992, o la Universiada de invierno, en 1995, de Campeonatos del Mundo de Baloncesto femenino junior, de Cesta Punta o de Sokatira, de Campeonatos estatales de varios deportes, o médico de la Selección Española de Ciclismo femenino, por citar algunas pruebas.
He publicado varios libros sobre la Medicina aplicada a esos deportes, presentado comunicaciones científicas en Congresos internacionales y publicado más de 400 artículos de divulgación sobre Medicina del Deporte.
Actualmente colaboro, junto con mi hijo, Mikel Lizarraga Elejaga, en el Blog de montaña de Forum Sport.
Llevar una mochila de 50 a 60 litros durante varias horas al día (hasta 6 – 8) todo el tiempo que pueda durar el camino (muy variable, pero pueden ser semanas) me parece exagerado. Ya sé que lo que realmente cuenta es el peso, pero yo uso una de 40 y procuro nunca llenarla hasta arriba, Y hablo de hacer el Camino en primavera u otoño, que yo evito el verano. Nunca he necesitado más de ese tamaño, y eso que lo mismo me he encontrado calor veraniego o nieves. Aunque no se puede generalizar, creo que lo recomendable es hablar de la regla del 10 % del peso, como aproximación, y a partir de ahí que cada uno ajuste según su condición y necesidad.