Uno de los errores más frecuentes entre la gente que se inicia en las actividades de montaña es el de llevar mal puesta su mochila. Por eso con este post queremos eseñarte cómo ajustar la mochila correctamente: ¡Sigue leyendo!
Es habitual cargarla y ponérsela tal cual la hemos adquirido, sin fijarnos que buena parte de su coste ha sido invertido en dotarla de numerosas posibilidades de personalización o ajuste. Hoy te explicamos como ajustarla.
¿Por qué es importante saber cómo ajustar la mochila?
Llevar de cualquier manera una mochila produce incomodidad, cansancio precoz e incluso lesiones.
Es por eso que muchas de ellas, especialmente las de buena calidad y tamaño medio a grande, ofrecen la posibilidad de que las adaptemos a nuestro cuerpo.
Ajustándolas bien mejoramos el confort, reducimos el gasto de calorías al andar y alejamos el riesgo de sufrir problemas como el enfriamiento y hormigueo de los dedos de las manos, los dolores de espalda o las contracturas cervicales, por citar algunos ejemplos.
Cada persona tiene características diferentes en cuanto a la longitud de la espalda, altura de sus caderas, equilibrio de los hombros y otros detalles.
Gracias a diversos sistemas, podemos hacer que la mochila se adapte a esas diferencias.
En primer lugar, conviene dar un detallado vistazo a lo que queremos comprar: tamaño, sistema de espaldera, material, posibilidades de ajuste, portamateriales y detalles así son fundamentales para decidirnos por uno u otro modelo.
Para ilustrar este ejemplo hemos escogido el modelo Asymmetric 52 + 8, de Vaude.
Una vez en casa, analizaremos cómo personalizar los aspectos más importantes:
- La banda de cintura
- Los tirantes
- La banda pectoral
- Los tirantes superiores
La primera vez que realizamos este proceso, aconsejo llenar la mochila con algo que haga bulto, pero no necesariamente pesado.
Un saco de dormir fuera de su bolsa de compresión, o algún plumífero, por ejemplo, mantendrán la forma normal de la mochila, lo que nos facilitará su ajuste inicial
1. Cómo ajustar la mochila: la banda de cintura
El siguiente paso será ponerse ambos tirantes, previamente aflojados, y ajustar la banda de cintura de tal forma que asiente sobre las crestas ilíacas, que son los resaltes óseos que forman las caderas, a la altura en que habitualmente se sitúa el cinturón.
Se trata de que la mitad de la banda de cintura recaiga sobre esas crestas. Ni más arriba, porque comprimiría el abdomen blando y sus vísceras, ni más abajo, porque se deslizaría hasta entorpecer el trabajo de los músculos glúteos.
Situada en su sitio y tensada la banda de cintura, veremos cómo nos queda la espaldera.
Las mochilas mejor diseñadas nos permiten adaptar su apoyo tanto a la espalda de poca altura de las personas de talla pequeña como a la espalda larga de las de talla alta.
En el caso de la Vaude, además de la vista, la correa que nos permite ese ajuste tiene ya impresas unas referencias de talla.
Deslizando la parte superior de la espaldera, haremos que sus apoyos nos queden bien
2. Cómo ajustar la mochila: los tirantes
El siguiente paso consistirá en tensar los tirantes, de tal forma que los hombros reciban una parte del peso, pero no superior a un 20%-30% del mismo.
Procuraremos que la mayor parte de la carga recaiga en las caderas, evitando así que los discos intervertebrales tengan que soportar demasiado peso y puedan sufrir una pérdida importante de su espesor.
3. Cómo ajustar la mochila: la banda pectoral
A continuación situaremos en posición la banda pectoral.
Si la llevamos excesivamente baja, comprimirá las costillas y dificultará la ampliación del tórax en las inspiraciones. Es decir que nos estorbará a la hora de respirar profundamente.
La ubicación ideal de esta banda es ligeramente inferior a las clavículas.
En esa zona, el tórax no se amplía durante las inspiraciones profundas, por lo que no nos dificultará tomar aire.
Además, la banda pectoral quedará bien alineada con la articulación del húmero y la escápula (el hombro), reduciendo la presión en esa zona, por la que pasan arterias, venas y nervios que, de otra forma, pueden ser comprimidos.
Con los tirantes superiores ajustaremos la separación de la mochila
Llevar bien ajustada esa modesta correa reducirá el riesgo de que las manos se enfríen o hinchen, por dificultad de riego, o que tengamos calambres o sensación de acorchamiento en ellas, por compresión nerviosa.
4. Cómo ajustar la mochila: los tirantes superiores
Nos queda regular la proximidad o separación entre la mochila y nuestra espalda.
Ese ajuste es posible gracias a las correas situadas en la parte superior, uniendo los tirantes a esa zona alta del cuerpo de la mochila.
Para subir, que siempre nos inclinamos algo hacia delante, podemos destensarlas, dejando que la parte superior de la mochila se separe de la espalda, quedando algo más vertical.
En cambio, para llanear o bajar, prefiero tensarlas, para llevar el peso más unido a la espalda y controlar mejor posibles balanceos.
La experiencia nos enseñará que, según sean la carga y el terreno, podemos encontrar pequeñas variaciones de los ajustes propuestos que nos harán más cómodo el porteo de nuestra mochila.
El objetivo de esa adaptación de la mochila a nuestro cuerpo es conseguir que se apoye en las zonas adecuadas, que descargue el peso en las regiones anatómicas que mejor lo toleran y que se acomode a nuestros movimientos al andar.
Ahora que ya sabes como ajustar la mochila ¡Sal a disfrutar de la montaña!
Aquí te dejo más consejos para que tu paseo sea un paseo por las nubes:
- Cómo aligerar la mochila quitando peso a la comida
- Cómo se carga una mochila de montaña
- ¿Qué tamaño de mochila necesito? Guía para tenerlo claro?
Soy Kepa Lizarraga Sainz, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Diplomado en “Médicine et Biologíe des environnements extrêmes” por la Universidad de Burdeos.
He trabajado con deportistas de todos los niveles competitivos. Desde aficionado hasta élite mundial, y de especialidades tan diversas como el atletismo, el remo, piragüismo, ciclismo, triatlón, esquí en todas sus modalidades y, sobre todo, montañismo, que también practico.
Sobre el terreno, he sido médico de varias expediciones a las más altas cimas, cono el Everest y el K2, de largas travesías de montaña, como la Transpirenáica y de pruebas como el Campeonato del Mundo de Cross, de 1992, o la Universiada de invierno, en 1995, de Campeonatos del Mundo de Baloncesto femenino junior, de Cesta Punta o de Sokatira, de Campeonatos estatales de varios deportes, o médico de la Selección Española de Ciclismo femenino, por citar algunas pruebas.
He publicado varios libros sobre la Medicina aplicada a esos deportes, presentado comunicaciones científicas en Congresos internacionales y publicado más de 400 artículos de divulgación sobre Medicina del Deporte.
Actualmente colaboro, junto con mi hijo, Mikel Lizarraga Elejaga, en el Blog de montaña de Forum Sport.
He comprado recientemente una mochila en Ternua gy que también he visto en Forum la misma; y no tiene la banda de la cintura.Que puedo hacer,; todavía no la he estrenado.muchas gracias.